Reseña de
ANT-MAN AND THE WASP (2018)
Desde que se estrenó Avengers: Infinity War, los fans de Marvel han esperado con muchas ganas saber qué es lo que sucederá después de que Thanos chasqueara los dedos e hiciera que la mitad de la vida desapareciera. Mientras tanto, habrán dos películas que explicaran algunos detalles que sucederán en Avengers 4: una es Capitana Marvel, y la otra es Ant-Man and the Wasp. Debido a que la película, en el momento que escribo esto, aún sigue en los cines, voy a dar una advertencia de SPOILERS, ya que hablaré de muchos detalles.
Hablemos de la historia. La película narra que ocurrió con Scott Lang después de que fuera arrestado junto al equipo de Capitán América en Civil War. Ahora está bajo arresto domiciliario y ha perdido todo contacto con Hank Pym y Hope Van Dyne, ya que ellos guardan resentimientos contra Scott debido a que se fue a la Civil War sin siquiera avisarles, robando el traje. Ahora Scott, confinado en su casa, busca la forma de entretenerse. Pero todo cambia cuando empieza a tener visiones de Janet Van Dyne, la esposa desaparecida de Hank Pym. Scott, en un último intento de contactar a ambos, les explica de estas visiones.
Antes que se dé cuenta, Hank y Hope lo liberan de su arresto domiciliario para que los ayude a regresar al mundo cuántico, para poder encontrar dentro de este a Janet. Ellos han creado un portal que les permitirá entrar dentro de este diminuto mundo y buscar la manera de contactarla y finalmente llevarla de regreso a casa.
Mientras tanto, hay una nueva villana en la vida del grupo: Ghost. Su nombre verdadero es Ava Starr, hija del científico Elihas Star, compañero de Pym y que fue despedido de su empresa por este. Starr, al tratar de hacer un experimento al reino cuántico, este falla lo que provoca la muerte de este y de su esposa. Su hija Ava sobrevive, pero que provoca que su partículas se vuelvan inestables y le permita atravesar las paredes, pero que está en peligro de desaparecer para siempre. Ella busca usar la energía del túnel cuántico de Hank Pym para recuperarse, pero esto amenaza con destruir a Janet.
También tienen que enfrentarse con un empresario llamado Sonny Bursch trata de robar las patentes de las partículas Pym (las que permiten encoger a Ant-Man) para poder obtener ganancias a base de sus investigaciones. Con todos estos enemigos en frente, Ant-Man no puede pelear solo. Así que va a necesitar una nueva ayuda.
Debo decir que, como siempre, Marvel puede hacer cosas grandes desde lo más pequeño (en este caso, lo que digo es literal), ya que logra usar la visión del mundo desde una estatura en miniatura para poder apreciar mejor las imágenes. Los que hayan visto la película en IMAX o en 3D seguramente pudieron disfrutar mucho de escenas como esta. También debo decir que el uso de cuartos más grandes o pequeños para crear la ilusión de tamaño (algo hecho en la saga de El Señor de Los Anillos) también nos permite una impresión, y en algunos cosas, cierta gracia.
A pesar de que Scott Lang sigue siendo el personaje protagonista, esta vez comparte ese papel con Hope Van Dyne, quien se convierte en Wasp (también llamada La Avispa). La película logra explorar más acerca de la relación de Hank y Hope con Janet, esposa y madre respectivamente, y como les afecto la pérdida de esta a lo largo del tiempo. También profundiza la relación de Scott con su hija Cassie, que fue pasada al fondo por la mayor parte de la primera película. También logran hacer en una escena una referencia en la que Cassie pide a su padre ser su compañera, que es similiar a los cómics cuando Cassie, como adolescente, se convierte en la superheroína Stature, después que su padre muere (aunque después revive).
Ya que esto es una secuela, da tiempo a los personajes secundarios para poder desarrollarse, tales como Luis y su pandilla, que ahora manejan una compañía de seguridad (lo cual es irónico ya que en la anterior en la película eran ladrones). Ellos protagonizan varias escenas que me hicieron estallar a carcajadas, tales como la discusión acerca del "suero de la verdad".
Un problema que debo decir que hay en la película son, como siempre, los villanos. Ghost no me pareció un mal personaje. Le dan una buena historia y una razón para odiar a los protagonistas. También me gustó Bill Foster, aunque Laurence Fishburne siempre logra robar las escenas que hace. El problema para mí es Sonny Burch, quien no me pareció una amenaza durante toda la película. Más bien me pareció el blanco de las bromas que tiene el filme, lo que en algunos casos funciona, como en la escena del "suero de la verdad", pero en otras solo quería pasar a la siguiente escena.
Otro problema que tuve fue algunas partes de la historia. Aún me pregunto hasta este momento como Janet pudo controlar a Scott desde el mundo cuántico, aunque la escena en la que hace esto me hizo reír mucho. Tampoco estoy seguro como Janet pudo sobrevivir durante 30 años dentro del mundo cuántico, porque no sé que se pueda comer ahí. Tampoco sé si se puede respirar ahí, ya que uno es más pequeño que un átomo de oxígeno. Tampoco sé exactamente como Scott logró esconder el traje de Ant-Man, aunque S.H.I.E.L.D. sea una compañía de alta tecnología.
A pesar de todos estos problemas, me gustó mucho la película. La actuación de Michelle Pfeiffer como Janet Van Dyne es muy buena, ya que lográ una gran química con Michael Douglas (Hank Pym) y con Evangeline Lilly (Hope Van Dyne), que curiosamente, es su hija en la vida real.
Aunque me esperaba lo que sucedió en la escena final, no pude dejar de mantener los ojos abiertos a lo que estaba sucediendo y ver una vez más las consecuencias del chasquido de Thanos. Infinity War fue como un plato fuerte, que nos llenó a todos en el mundo. Pero esta película es como el postre que le sigue, que a pesar de ser ligero, nos deja satisfechos. No van a encontrar ninguna referencia a Infinity War hasta el final, pero si ignoran eso, la van a disfrutar mucho.
En resumen, Ant-Man and the Wasp se vuelve otro paso a la llegada de Avengers 4, ya que el próximo año tendremos el plato inicial con Capitana Marvel, preparándonos para nuestro próximo plato fuerte. Pero hasta ese momento, hay que relajar los ánimos con una buena carcajada. Nos demuestra que las cosas grandes pueden venir en platos pequeños.






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